dijous, 17 d’octubre del 2013

HAN OPERADO A SANDRA, UNA LECTORA DEL BLOG, CON ÉXITO

Sandra fue una de las primeras que me escribió para contarme su experiencia. Cuando recibí su primer e-mail pude comprobar que lo que escribo en este diario llega a personas que se sienten identificadas con las sensaciones, dudas, miedos, inseguridades e ilusiones vinculadas a la operación de ortognática. Después de unos meses, Sandra se ha sometido a un tratamiento nuevo que consiste en realizar la cirugía como primer paso y, posteriormente, seguir con la ortodoncia hasta alinear perfectamente los dientes. Antes de someterse a la operación tenía algunas dudas, ya que se trataba de un protocolo nuevo, pero por suerte todo ha ido muy bien y ella se recupera con normalidad. De hecho, ¡tiene un aspecto estupendo!, ha solucionado su maloclusión de clase III con sonrisa gingival y, por las fotos que me ha enviado, no se ha hinchado demasiado, ¡¡Está guapísima!!. Sin duda, esta ha sido una de las mejores notícias que he recibido desde que abrí el blog, puesto que nos hemos ido mandando mensajes y, al final, vives la historia de otra persona como si fuera la tuya. ¿Se puede pedir más para empezar el otoño con fuerza?

Me encanta porque antes de la operación estuvo rodeada de su familia y sus amigos e hizo lo que le apeteció, aprovechó al máximo para comer TODOS esos manjares no podrá saborear hasta que se recupere del todo y tubo un fin de semana "pre-quirúrgico" feliz acompañada de los suyos. En su último e-mail me cuenta esto además de otras muchas cosas. Su experiencia es especial, puesto que es enfermera y ha vivido operaciones maxilofaciales en directo, aunque ahora le tocaba vivirlas como paciente.

En su e-mail, Sandra me cuenta lo bien que ha ido la operación y que los días que lo pasó peor fueron los primeros tres, sobre todo a la hora de comer, ¡¡Ahh!! en su mensaje recomienda el uso de la jeringuilla, como me advirtió hace unos meses una paciente de ortognática que conocí. También me cuenta que una semana después sigue comiendo líquidos y purés, aunque ya se atreve con la tortilla y con las sopas de estrellitas como una campeona. En cuanto a la bebida, ella ha cambiado el agua por bebidas energéticas como el Aquarius ya que todo lo que pueda aportar sales minerales y calorías es bienvenido. Las molestias de las que me ha hablado son la incomodidad de la llamada férula mandíbular con la que cuesta un poco respirar y controlar la boca y también un crujido en la zona de la ATM al hacer algunos movimientos, aunque eso parece que es normal.

Tenemos a nuestra Sandra cada día mejor, tomando la medicación a rajatabla para recuperarse pronto del todo. Estoy segura que recibiré buenas noticias de su evolución pronto, hasta entonces un beso muy grande Sandra y mucho ánimo!!

Podéis leer su historia contada por ella misma en "Mi experiencia".

dissabte, 7 de setembre del 2013

¿LA APARICIÓN DE OJERAS PUEDE RELACIONARSE CON PROBLEMAS EN LOS MAXILARES?

Siempre le he dado vueltas a esta cuestión. Cuando tenía diez años noté que se me marcaban mucho las ojeras y aunque mucha gente me ha dicho durante años que se me notan más que a otras personas porque tengo la piel muy blanca, he visto a otras chicas que tienen la piel más clara y no tienen las ojeras tan marcadas como yo. Siempre he pensado que empecé a tener ojeras en el mismo momento en que noté el problema de la mandíbula. Con el paso del tiempo y las visitas que hice con distintos médicos descubrí que la posición de mi mandíbula causaba que durmiera con la boca abierta por la noche y que el hueso, al estar tan atrás, obstruía las vías respiratorias provocando que roncara  y respirara por la boca. Resultaba que todo esto causaba que el aire no llegara a esta zona y me salieran ojeras. 



Es lo que me dijo algún doctor con el que me visité durante mi adolescencia. También recuerdo que en una ocasión visité a un otorrino para verificar que no tenía problemas para respirar por la nariz. En mayo volví a darle vueltas a este asunto -que nunca puedo olvidar porque siempre me ha tenido acomplejada y porque siempre intento disimular las dichosas ojeras-, resulta que fui a maquillarme para ir a una fiesta de la universidad y la esteticiente me dijo que tenía las ojeras marcadas porque "la posición de mi hueso estaba más baja de lo normal", entendí que me decía que tenía el maxilar superior más alargado o bajado de lo normal y me quedé muy pensativa tras escucharlo, me sorprendió que me dijera eso una esteticiente porque nunca me lo había dicho nadie y hasta ahora pensaba que lo que tenía mal era la mandíbula, aunque sé que para resolver el déficit de mandíbula me voy a tener que hacer una cirugía bimaxilar. Pensaba que cuando me operara y pudiera volver a respirar bien por las noches se acabaría el problema de las ojeras pero ahora ya no lo tengo tan claro y quiero consultar con mi cirujano si se resolverá este tema o no con la nueva posición de la mandíbula. La verdad es que siempre he odiado que se me marcaran tanto las ojeras, incluso me ha acomplejado más este tema que el de la mandíbula, así que si se resolviera ya sería completamente feliz, aunque afortunadamente existen los correctores para disimularlas.

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¡Entrada actualizada! 18/10/13: No sé si el tema de las ojeras tiene que ver con la posición de los maxilares pero me he estado informando y nada... los médicos dicen que eliminar las ojeras es muy difícil.. así que dudo que con la operación también mejore este tema.. a seguir usando corrector, por suerte, existen productos de belleza que hacen milagros hahaha :)

dilluns, 2 de setembre del 2013

EVOLUCIÓN DE LA ORTODONCIA EN IMÁGENES

Escribir sobre cómo avanza mi tratamiento de ortodoncia está bien, pero seguro que muchos de vosotros esperáis, desde hace varios meses, que cuelgue algunas fotografías para ver la evolución de mi caso. Las imágenes siempre ayudan a entender lo que escribimos con palabras, aunque yo soy un poco reticente a publicar fotografías médicas por si alguien las usa sin mi consentimiento y con mala intención. De hecho, lo ideal sería que esto fuera un videoblog, así hubierais podido entender al instante los problemas que tuve con el microtornillo o hubierais podido observar la evolución de mi ortodoncia con precisión. No es tan fácil. Si me costó empezar el blog y hablar sobre el tema imaginaros grabar un vídeo. No descarto hacerlo cuando quede poco para la operación para que podáis seguir los días clave de mi cirugía ortognática casi en directo, pero tengo que meditarlo mucho.

¡Bueno, basta de explicaciones! Hoy os traigo una entrada con fotografías del estudio que mi hicieron antes de empezar la ortodoncia, es decir, de cómo tenía los dientes antes de iniciar el tratamiento hace un año y fotografías de mis dientes en el día de hoy. Tengo que pediros disculpas porque las fotografía de hoy son caseras y las del estudio están hechas con una cámara buena, así que quizá compararlas sea un poco raro. Mi ortodoncista me hace fotos cada mes con la cámara buena en la consulta, pero ahora mismo no dispongo de estas imágenes, cuando termine todo se las voy a pedir para tener una cronología de imágenes en la que se puedan ver todos los cambios con exactitud.  Sin embargo creo que se aprecia que ha habido una evolución en las fotos que os cuelgo hoy, así que eso es lo que cuenta.

Gracias por leerme!! :)


dissabte, 31 d’agost del 2013

ENTRE LA ESTÉTICA Y LA SALUD. RAZONES PARA OPERARSE

Los mensajes que he recibido de distintas chicas pendientes de una cirugía maxilofacial me han hecho pensar en distintos aspectos que no había comentado en mi blog o a los que quizá no había prestado demasiada importancia. Es obvio que todos los pacientes de cirugía ortognática nos operamos para resolver problemas de salud relacionados con los maxilares y para obtener un resultado estético mejor. Aunque, ¿Tenemos claro hasta dónde queremos llegar?, ¿sabemos cuál es nuestro objetivo cuando nos operamos?. Hay quienes creen que la cirugía maxilofacial es un capricho, para mi es una necesidad.

Operarse, una necesidad para la mayoría

Es una necesidad por distintos motivos, por ejemplo, porque la mayoría de doctores insisten en que hay personas que han llegado a los 60 o 70 años con graves problemas de salud por culpa de la mala posición de su mandíbula, hasta el punto de necesitar una prótesis por el daño que ha sufrido su articulación temporomandibular. Yo no quiero ser una de ellas -podría serlo si no me operara, puesto que tengo los cóndilos de la mandíbula muy desgastados- así que para mi esta operación no es un mero capricho estético-.

Es una necesidad porque quiero volver a masticar correctamente y quiero resolver los problemas que tengo para morder. Además la mala posición de la mandíbula provoca que ronque por la noche y tenga un desperar fácil - es decir, no consigo dormirme casi nunca profundamente-. Esto provoca que muchos días me encuentre cansada sin explicación. A la larga estos problemas pueden producir estrés o bajo rendimiento corporal.

Es una necesidad porque no estoy tratando de mejorar una parte de mi cuerpo que no me gusta como una cirugía estética. Estoy tratando de corregir la mala posición de un hueso que antes tenía bien. Así que lo que busco no es obtener un rostro de supermodelo, sino volver a tener un perfil normal, lo más parecido al que hubiese tenido si no me hubiera pasado esto. Lo que quiero es conseguir que una parte de mi cuerpo vuelva a su posición normal. ¿Es eso un capricho?.

Hay mucha gente que no entiende todo esto, los primeros los de la Seguridad Social.

Tener claro el objetivo

Si me preguntáis que quiero conseguir con la operación os contestaré que un perfil normal, con una posición correcta de la mandíbula, no pido parecerme a Angelina Jolie o Gisele Bündchen sino ver que tengo un rostro equilibrado. Creo que es muy importante que cada uno de vosotros os hagáis esta pregunta y, sobre todo, le dejéis clara la respuesta a vuestro cirujano. No debemos perder el norte y pasarnos de la raya si no queremos, operarse es algo muy serio.

dimecres, 28 d’agost del 2013

CÓMO VA A CAMBIAR MI AUTOESTIMA

¿Para qué nos vamos a engañar? los temas médicos están bien y nos interesan a todos, pero ¿quién se preocupa por nuestras emociones?, pocos entienden cómo nos sentimos. Hoy quiero hablaros más del aspecto emocional de la operación de ortognática que del aspecto técnico. 

"Te levantas distinta por las mañanas", fue lo que me dijo la chica operada que conocí en la consulta de mi ortodoncista. Pienso que es una frase que en realidad significa mucho. Y es que cuando se la oí decir pensé en cómo me va a cambiar la vida cuando me levante, me mire al espejo y sienta que vuelvo a ser yo misma. Cuando me mire y vea a la niña que hasta los 12 años tenía un perfil bonito o, al menos, un perfil normal, equilibrado. Creo que me va a subir mucho la autoestima y que voy a enfrentarme a la vida con mucha más fuerza, sin miedos y sin complejos. Y es que aunque durante todos estos años he intentado transmitir que, a pesar de este defecto, me siento bien conmigo misma y tengo muchas otras virtudes y hay muchas partes de mi cuerpo con las que me siento muy a gusto, sé que no podré estar al 100% hasta que no haya solucionado este problema. Creo que todos los que estamos pendientes de esta cirugía nos sentimos un poco así, sobretodo cuando nuestro problema es muy visible físicamente. 

Cuando me pusieron los brackets asumí que sería un período durante el que no me sentiría guapa DE NINGUNA MANERA. El primer día que me los puse recuerdo que iba por la calle de la mano de mi novio y me tapaba la boca. Entraba en las tiendas del Paseo de Gracia y me miraba en el espejo para comprobar si estaba tan horrible como creía, pensaba: si hasta ahora ya no me gustaba mi perfil con los dientes de hierro menos.... Tenía el corazón un poco dividio porque por un lado estaba contenta de que el proceso hubiese comenzado pero pensaba  "ahora sí que no le podré gustar a nadie" (al menos durante un año). Cuando fui a la universidad al día siguiente, mucha gente ni se había dado cuenta de la novedad y algunos  hasta me decían que me quedaban bien respecto a otras personas. Al final he vuelto a sonreír como cuando no llevaba brackets. He entendido que si los enseño es para que todo el mundo vea que me estoy arreglando los dientes y que eso es algo bueno. No voy a dejar de sonreír por lo que puedan pensar, no tiene sentido.

Ahora, después de un año con ortodoncia, he notado un gran cambio en mi sonrisa y las personas de mi entorno también. Veo como el proceso avanza y me siento feliz, aunque sé que el factor autoestima no estará al 100% hasta que no haya terminado todo.

dimarts, 27 d’agost del 2013

DOCTORES QUE ME HAN VISITADO EN MI VIDA

¡Lectores!

Hoy os traigo una entrada que tenía en mente desde hacía bastante tiempo y en la que os voy a contar las consultas por las que he pasado -tanto de cirujanos como de ortodoncistas- a lo largo de mi vida. Desde que me detectaron este problema (cuando tenía entre 10 y 12 años aproximadamente)  he visitado bastantes clínicas, en muchas ocasiones un poco obligada por mi madre. Poco satisfecha con la opinión de los doctores a los que acudíamos, seguía buscando segundas, terceras y cuartas opiniones sobre mi caso. Siempre he pensado que quería encontrar algún doctor que le dijera que podía solucionar mi problema sin recurrir a la operación que todos me recetaban. A veces me había llegado a cabrear (con perdón por la palabra) porque había pedido cita para el día de mi cumpleaños, el único día del año que me apetecía desconectar de este tema. En realidad, en este momento tampoco me puedo quejar mucho puesto que conocí al cirujano que me va a operar gracias a ella, a lo pesada que es y a que siempre andaba de aquí por allá buscando maxilofaciales que me pudieran dar otra opinión sobre mi caso. Pero antes de encontrarme con el Dr. Ramón Buenechea estuve dando vueltas por Barcelona e Igualada, dejándome 100€ en cada clínica y haciéndome estudios, fotografías y moldes con esa pasta rosa o verde que te ponen en la boca para hacer una reproducción de tus dientes -como veis soy una experta en ese tema-.

No os podré contar detalladamente cómo fue cada una de las visitas que hice con los distintos doctores porque de muchos no recuerdo ni el nombre (hace muchos años) pero si compartir con vosotros las sensaciones que recuerdo de cada ocasión. He pasado por más consultas de ortodoncistas que de maxilofaciales, el motivo es que cuando mi familia empezó a notar que tenía los dientes poco alineados y que necesitaba una ortodoncia  acudimos a los dentistas convencionales y no pensamos que necesitaría una cirugía para resolver mi problema. De hecho, antes de visitar maxilofaciales, estuve a punto de ponerme aparatos cuando tenía 11 años con un doctor argentino que, tras hacerme un estudio, determinó que la solución a mi problema era llevar uno de esos casquetes que se sujetan en la cabeza y que están atados a los brackets -sólo de pensarlo me daban escalofríos, parecería una fiel reproducción de Betty la fea-, como era pequeña tenía que acatar lo que dijese mi madre y en principio lo íbamos a tirar adelante pero tuvimos una discusión con este doctor y, por suerte, no tuve que llevar este aparato infernal en mi vida. A partir de este momento empecé a visitar otros ortodoncistas -muchos, tantos que no recuerdo el que me envió con el doctor Hernández Alfaro- pero fue uno de ellos el que me recomendó que visitara a este cirujano maxilofacial, puesto que pensaba que mi problema no se podía solucionar con una simple ortodoncia.

Dr. Hernández Alfaro. Fuente: Instituto Maxilofacial.

De la visita con el doctor Federico Hernández Alfaro tengo muy buenos recuerdos, fui una tarde a su consulta en la clínica Teknon de Barcelona, recuerdo que tenía un despacho enorme con unas vistas impresionantes de la ciudad. Desde el primer momento en que me atendió supe que era una persona excepcional y un gran profesional -de hecho es uno de los maxilofaciales más prestigiosos del país-, nos sentamos y tras una explicación sobre la operación a la que consideraba que me debía someter me enseñó fotos de casos reales, lo que hacen todos los maxilofaciales para convencerte: mostrarte el antes y el después. Los resultados eran magníficos y entre los pacientes a los que había operado se encontraban futbolistas y otras celebridades. Recuerdo que le pregunté cuantas operaciones había hecho hasta aquel momento y me dijo que unas 1000, también le pregunté si las personas a las que había operado habían tenido algún problema tras la operación y me dijo que la mayoría de ellos se encontraban estupendamente, en resumen, todo parecía magnífico. Pero la verdad es que lo que nos tiró atrás fue el coste de la operación que, si no recuerdo mal, estaba entorno a los 20.000 o 22.000€. Era mucho dinero y teníamos que pensarlo con calma. Era evidente que un doctor que opera a gente conocida tendría un presupuesto más elevado y decidimos seguir contactando con otros maxilofaciales. Para mí eso fue un golpe duro, recuerdo que tenía unos 14 años y aquel doctor, el primero que me había visitado, me había llenado de ilusión contándome los fabulosos resultados de la cirugía ortognática. No lo entendía. Aunque ahora si que lo comprendo y esperar hasta hoy no ha sido una mala decisión. Una de las dudas que teníamos era si debía operarme cuando aún no había terminado el proceso de crecimiento, algunos doctores opinaban que sí y otros me decían que quizá era mejor esperar hasta la mayoría de edad. Este era uno de los aspectos que no veíamos claro. 

En cuanto a los otros cirujanos maxilofaciales, recuerdo que en una ocasión visité a uno en el Hospital de Igualada que trabajaba para la Seguridad Social. La visita fue muy rápida, recuerdo que acudimos a este cirujano con la esperanza de que viera que no sólo era un problema estético sino que se trataba de algo más serio que también me impedía comer correctamente. Fue inútil. La cola de espera en la sanidad pública era de 3 años  ya que consideran que es una operación con un componente estético que puede esperar, aunque en muchas ocasiones no es así y los pacientes tenemos problemas de salud asociados. Recuerdo que entré en la consulta del doctor y ni me inspeccionó, sólo me dijo que me tenía que hacer una ortognática, yo pensé: como si fuera la primera vez que me lo dicen...¿me vas a contar algo nuevo o me voy?, la verdad es que me fastidiaba ir dando vueltas por las consultas para que los doctores al fin y al cabo con sólo entrar por la puerta ya supieran lo que tenían que hacer conmigo. Cada persona es diferente y creo que aunque a simple vista se aprecie que necesito esta operación los doctores deberían estudiar las especificaciones de cada caso y no darle la misma receta a todo el mundo -pensaba yo en esa época-.

Dr. Marcó. Fuente: ortodoncialingual.com
Hace un año y medio estuve en la consulta de otro ortodoncista bastante conocido de la ciudad de Barcelona, el Dr. Joan Pau Marcó, especializado en otrodoncia lingual. Lo conocí porque era el doctor que llevaba el caso de mi hermana, que tras haber llevado brackets durante la adolescencia volvió a necesitar una ortodoncia porque los dientes se le habían movido. Ella le explicó mi caso y el doctor sugirió que podría haber una alternativa a la cirugía ortognática para solucionar mi problema: un aparato llamado Forsus que permite mover la posición de la mandíbula unos milímetros. Decidí pedir cita para que me explicara el funcionamiento de este aparato y si podría ser útil en mi caso.
Acudí a la clínica para conocer al Dr. Marcó y me dijo que cuando había entrado por la puerta había visto que el sistema Forsus no sería suficiente en mi caso y, como llevaba escuchando desde hacía tiempo, me dijo que necesitaba una cirugía ortognática. Me ofreció la posibilidad de realizar una ortodoncia camuflaje o como lo llamó él "un maquillaje" para arreglar un poco la sonrisa, aunque reconoció en todo momento que el problema de fondo, es decir, la posición de la mandíbula no se solucionaría con un simple "maquillaje". Fue este doctor quién me recomendó que visitara a otro maxilofacial: el doctor Birbe.

Forsus

Dr. Birbe. Fuente: http://birbe.org
El Dr. Birbe fue el último maxilofacial que me visitó antes de conocer al Dr. Buenechea. Me atendió en su consulta de la Vía Augusta, recuerdo que era un hombre joven, rubio, bastante atractivo en general. Lo que no me terminó de convencer fue que me proponía dos opciones: una cirugía monomaxilar (sólo mandíbula) o bimaxilar (mandíbula y maxilar superior), me contó que con la cirugía bimaxilar quedaría mejor pero que la recuperación con la cirugía monomaxilar sería menos dura. La decisión estaba en mis manos pero ¿quién era yo para decidir eso?, precisamente fue eso lo que me hizo dudar, puesto que si acudía a un cirujano era para que me diese una solución como médico, yo no podía tomar esta decisión sin ser una especialista del tema -o eso pensé en ese momento-.


Dr. Buenechea. Fuente:
Zímax Médica
Cuando conocí al Dr. Buenechea fue distinto por varios motivos, primero porque me recomendó un tratamiento diferente a todo lo que me habían propuesto los demás cirujanos y eso me hizo pensar que no era el típico doctor que sólo piensa en una solución sin ni siquiera examinarte. Aunque luego acabó determinando que la solución era una cirugía bimaxilar, me dio buenas vibraciones desde el primer momento y no me arrepiento de ponerme en sus manos. Cuando me quitó las muelas del juicio me trató muy bien y hasta recibí una llamada de una enfermera de su consulta para preguntarme como estaba. La verdad es que estoy muy contenta porque siempre se ha portado genial conmigo y porque me recomendó a un excelente ortodoncista, el Dr. Canábez. Después de años visitando consultas de diferentes doctores creo que cuando tomas la decisión de operarte ya no te puedes guiar sólo por la experiencia y profesionalidad que tenga el médico en cuestión, porque hoy en día todos son muy profesionales, sino que también debes guiarte por el que te cause mejor impresión, el que consideres que te da "mejores vibraciones" por decirlo de alguna forma. Así seguro que acertarás. 


Todos los doctores que visité eran muy profesionales pero al final una misma, como paciente, tiene que decidirse por el médico con el que se haya sentido mejor.

dilluns, 26 d’agost del 2013

GRACIAS POR VUESTROS MENSAJES. ¡HOY OS DEJO MIS RESPUESTAS!


Este ha sido un verano ajetreado, la verdad es que no he parado de hacer cosas y siento que he aprovechado estos tres meses. He estado ocupada cubriendo eventos de moda para el medio en el que escribo, haciendo planes personales y planteando nuevos proyectos para empezar en septiembre en la radio. Conclusión: he descuidado un poco el blog. Pero hace unos minutos he consultado la cuenta e-mail que abrí para recibir vuestros mensajes y... ¡voilá! tengo tres correos de tres chicas geniales que se han animado a escribirme, entonces he renovado mis energías para volver a darle vida a este rincón de la blogosfera. Todas ellas me han contado sus experiencias, sus ilusiones, sus dudas, sus miedos... La razón por la que abrí este blog fue para que se convirtiera en un punto de encuentro para todas las personas que estamos pendientes de una cirugía maxilofacial y lo estoy consiguiendo. Así que este post es para animaros a que todos los lectores me mandéis muchos mensajes contándome vuestra experiencia y, si queréis, a todos mis lectores. Cada vez que recibo un mensaje me dan ganas de escribir porque veo que no lo hago sólo por mi misma, para tener un diario de el viaje de mi sonrisa, sino que también lo hago por vosotros. ¡¡Gracias a todos!!

Me ha parecido interesante publicar las respuestas que les he dado a las chicas que me han escrito por correo para que lo podáis leer todos. He hecho un resumen de lo que me contaban las lectoras en los e-mails, sólo voy a publicar los mensajes enteros si me autorizáis ;)

Julia me contaba que le habían planteado una ortodoncia para camuflar su problema de clase III (exceso de mandíbula) pero que al final ha decidido operarse para solucionar el problema. Me contaba que le asusta un poco la pérdida de sensibilidad y el post operatorio, también que se va a hacer un tratamiento con micro implantes como yo. Mi respuesta:

Julia! Muchísimas gracias por escribir y decidirte a compartir  tu experiencia. Por supuesto, me puedes escribir en catalán cuando quieras, en mi blog decidí publicar en castellano para llegar al máximo de gente posible. La decisión de llevar adelante un proceso como este no es fácil y yo estuve toda mi adolescencia pidiendo opiniones diferentes y visitando ortodoncistas y cirujanos por todos los rincones de Barcelona y alrededores. También me ofrecieron una ortodoncia con camuflaje, el doctor que me planteó se llama Joan Pau Marcó y es un especialista con bastante prestigio en el campo de la ortodoncia y que se dedica específicamente a la ortodoncia lingual o invisible. Él mismo me dijo que, aunque me decidiera por esta opción, el problema de fondo (que era la posición de la mandíbula) no se solucionaría con este tratamiento. Después de pasar por muchas consultas me encontré con los médicos que llevan mi tratamiento, hay muchos especialistas maxilofaciales, he tratado con varios a lo largo de mi vida y no dudo de la capacidad profesional de todos los que me visitaron en su consulta, pero finalmente decidí ponerme en manos de los especialistas que me parecieron más perfeccionistas,  más honestos y buenas personas. Espero que ahora que has decidido empezar tu tratamiento también lo hayas hecho teniendo en cuenta estos aspectos y estés contenta con tu decisión. Del tratamiento de ortodoncia sólo te puedo decir que cuides los brackets y no tendrás ningún problema, hay gente que no tiene cuidado de los aparatos y cada dos por tres tiene que pedir hora para que se les rompen o tienen incidentes desagradables, a mí no me ha pasado nunca, por suerte. En referencia al tornillo que te han de poner o te han puesto, yo tuve problemas pero por cuestiones referentes a particularidades de mi boca pero más que dolor fue un poco molesto porque me tuvieron que volver a poner unas cuantas veces. Ahora todo se ha solucionado y mi tratamiento avanza a la velocidad de la luz, estoy muy contenta. Sobre la operación de las muelas del juicio puedes leer la entrada que publiqué, a mí me sacaron los cuatro muelas del juicio y dos dientes más y pese a las molestias del primer mes, no fue tan grave como esperaba. Los médicos me han dicho que el post-operatorio de la cirugía ortognática es similar, quizá un poco más molesto pero similar. Conforme se acerque la fecha de la operación iré publicando más cositas en el blog ya que ahora sólo puedo ir informando del seguimiento mensual que hago con el ortodoncista, pero será hacia finales de año si todo va bien. Un abrazo muy fuerte y no dudes en preguntarme cualquier duda o proponerme temas para hablar en el blog. He estado hablando con gente que ha pasado por lo mismo y están muy contentos, me dicen que les ha cambiado la vida la operación, espero que nos pase lo mismo.

Sandra me ha escrito para contarme su historia, desde principio a fin y con todo lujo de detalles. Estoy pendiente de que me confirme si puedo publicarla en el blog, ya que en ella cuenta cosas muy interesantes. Tiene un problema de maloclusión de clase III y se va a someter a un nuevo protocolo llamado "surgery first" que consiste en llevar una semana la ortodoncia, operarse y seguir con los brackets como un tratamiento normal. Mi respuesta:

Hola Sandra! Tienes razón, entre los exámenes y todo tenía el blog paradito y luego con las vacaciones me he puesto con proyectos del medio en el que colaboro y he ido de aquí para allá durante todo el verano. Ahora puedes leer la entrada de mi última visita de ortodoncia en el blog que ya lo tengo en marcha de nuevo. Ahora no puedo dejarlo muy muerto ya que me van a operar dentro de 3 o 4 meses así que tengo que estar ahí para contaros todo lo que sucede.Muchísimas gracias por compartir tu experiencia conmigo,me ha sorprendido mucho lo que me cuentas de la experiencia con tu dentista de toda la vida. Me parece muy fuerte que tras detectarte una maloclusión en una revisión del colegio tu dentista te dijera que todo está perfecto, por eso hay que pedir siempre segundas, terceras y hasta cuartas opiniones, todas las que necesites. Yo estuve toda la adolescencia dando vueltas por distintas consultas, al final todos me decían lo mismo: la solución a mi problema era una ortognática. Por lo que me cuentas tu operación a estas alturas debe estar a la vuelta de la esquina, así que por favor, no dudes en escribirme para contarme cómo ha ido todo y cómo evoluciona tu recuperación. Creo que tu testimonio puede ayudar a muchas personas puesto que te vas a someter a un tratamiento con características especiales y seguro que a mucha gente le interesará saber más cosas sobre este protocolo.

Otra chica me ha escrito para contarme su problema de clase III y clase I, también un caso complicado como el mío con el que me he sentido muy identificada. Me contaba que tiene miedo de la anestesia y  la operación ya que no ha pasado por ninguna. Mi respuesta:

En primer lugar muchísimas gracias por compartir tu experiencia conmigo. No te preocupes, no voy a publicar el mensaje en el blog a menos que me lo pidáis, entiendo que no es fácil hablar de este tema, a mi me cuesta mucho hacerlo aunque decidí que alguien tenía que ser el primero en escribir sobre el tema para ayudar a los demás. Por lo que me cuentas, tu caso es distinto al mío aunque todos tenemos algo en común: nos van a abrir y a tocar el mismo sitio. Mi caso también tiene particularidades que no lo hacen fácil, tengo una retrusión muy severa de la mandíbula, no es algo leve y he perdido casi la totalidad de los cóndilos de la articulación temporomandibular. Como ves, tenemos problemas distintos pero en la misma zona. Los nuestros son casos complicados y, desde luego, yo tampoco soy de una raza especial y me asusta la operación puesto que tampoco he pasado por ninguna. Lo que me da fuerzas es hablar con gente que ha pasado por lo mismo y pensar que todo va a salir bien, que estoy en manos de grandes profesionales y personas muy honestas y que voy a recuperar la sonrisa que tendría que tener si no me hubiera pasado todo esto (mi problema no es de nacimiento, empezó a los 10-12 años). Pensar en todo esto me da muchas fuerzas. Intento evitar ver vídeos en youtube macabros o buscar fotos de cirugías ortognáticas poco agradables ¿de qué me sirve esto?; de nada, sólo para cogerle más miedo a la operación. Yo te diría que pienses en lo mucho que deseas volver a sonreír sin reservas, sin miedo y feliz. Pregunta todo lo que se te ocurra durante el tratamiento a tus doctores, resuelve todas tus dudas, no te quedes con ninguna antes de la operación. Yo lo hago siempre que puedo, y es que cuanto más se acerca el momento más preguntas tengo en mente. A mi me van a operar a finales de año si todo sale bien, cada vez queda menos así que cada vez os iré contando más cosas en mi blog. Te animo a que sigas leyendo y a que me escribas siempre que quieras. Lo de la anestesia no es una tontería, nos van a anestesiar totalmente y eso es algo serio, aunque con el tipo de operación que nos van a hacer yo prefiero no enterarme de nada y pasar poco dolor. Estuve hablando con una chica hace poco que también pasó por la operación y me dijo que los primeros días son los más molestos pero que sintió menos dolor de lo que se pensaba, también me dijo que volvería a pasar por lo mismo aunque doliera más porque le ha valido la pena y está muy contenta con el resultado.

Nada más por hoy....¡aunque os dejo con muchas cositas para leer!
Esta semana voy a escribir más así que no dejéis de consultar el blog.
Estad atentos a mi twitter @viajesonrisa ahí publico cuando hay entradas nuevas ;)

RESUMEN DEL VERANO. ¡90% DE LA ORTODONCIA SUPERADA!

Queridos lectores,

Ahora que se termina el verano, quisiera aprovechar para mandaros un abrazo a todos los que hayáis decidido empezar vuestro tratamiento de ortodoncia y cirugía ortognática. También me parece un buen momento para hacer balance de mi tratamiento de ortodoncia durante estos dos meses. Esta semana tuve visita con mi ortodoncista y traigo buenas noticias; todo marcha perfectamente y, en menos de un año de tratamiento, ya he completado el 90% de la ortodoncia. Cómo os podéis imaginar, ya queda poco para la operación, el paso final del tratamiento, el más importante y el más complicado. Y es que desde hace algunos meses que tanto mi cirujano como mi ortodoncista pronostican que la cirugía se podrá realizar a finales de año. 

A estas alturas, a una le entran dudas sobre la operación así que aproveché la visita para intentar disiparlas. La realización de la cirugía ortognática tiene algunos riesgos, uno de ellos es que la mandíbula pueda volver hacia atrás después de realizarse la operación. Quise preguntarle a mi ortodoncista si el retroceso de la mandíbula podía ser muy severo pero me explicó que el hueso no se puede retrasar en exceso ni tampoco volver a la posición inicial en la que se encontraba antes de la operación. También me estuvo contando que si este hecho se produciera se resolvería con una intervención que, según me contó, es más sencilla de lo que parece. Hace unos meses también os conté que existía un medicamento para frenar la reabsorción condilar de la articulación temporomandibular (ATM), parece que este medicamento se ha probado en España para tratar otras articulaciones y sólo se ha aplicado para solucionar problemas de la ATM en EEUU. Los efectos secundarios de este medicamento pueden ser muy fuertes y debe estudiarse debidamente la posibilidad de emplearlo para solucionar mi problema condilar. 

Además de responder algunas de mis dudas, también pude conocer una chica operada desde hace 5 meses. Me estuvo contando que se encuentra muy feliz y que volvería a pasar por lo mismo puesto que ha valido la pena. "Te levantas distinta por las mañanas" me dijo, la verdad es que parecía muy contenta con el resultado y su recuperación. 

Para todos los que estamos pendientes de pasar por lo mismo, siempre se agradece poder hablar con personas que te cuenten tu experiencia.

A partir de septiembre empezarán las visitas seguidas con mi cirujano para prepararlo todo y, como siempre, estaré aquí para contaros cómo se desarrollan los acontecimientos. Después de un verano perfecto sin ningún tipo de problema con el tratamiento, me enfrento a esta recta final con mucha ilusión y mucha fuerza.

Un beso!!

PD: he pensado en colgar algunas imágenes para que veáis como me ha cambiado la sonrisa desde que empezó el tratamiento, así que no dejéis de consultar con regularidad el blog!

dijous, 18 de juliol del 2013

REFLEXIONES DESPUÉS DE 8 MESES DE TRATAMIENTO

Queridos lectores,
¿Cómo van las vacaciones? Yo hace un mes que estoy disfrutando de mi tiempo libre. Hoy os escribo para contaros que el martes tuve visita con mi ortodoncista, el Dr. Canábez, para una revisión rutinaria, esa visita que tenemos que hacer mensualmente. Como os estuve contando, estos meses tuve varios problemas con el micro implante que llevo en la parte inferior derecha de mi boca, puesto que se aflojaba y tuvieron que volvermelo a poner unas cuantas veces. Era esencial que funcionara correctamente puesto que ayuda a que los dientes se situen en una posición correcta, además ejerce fuerza para tirarlos para atrás, ya que tengo los dientes ligeramente inclinados hacia afuera. Pues tras este resumen, sólo os quería contar que estoy muy contenta porque no he vuelto a tener problemas con este pequeño tornillo y todo marcha correctamente. En esta visita sólo me canviaron el arco de los brackets superiores y me pegaron un par de brackets que estaban a punto de caerse.
Y es que ya hace ocho meses que se inició mi tratamiento, un período de tiempo corto si tenemos en cuenta lo que acostumbran a durar las ortodoncias, sin embargo, en este tiempo he notado muchísimos avances. Creo que alguna vez os he comentado que tengo un metabolismo un tanto especial y los dientes se me mueven a toda velocidad. Es lo que me ha estado diciendo el doctor todos estos meses y a estas alturas yo misma lo puedo confirmar. A pesar de que no llevo brackets linguales ni blancos, he podido apreciar los avances que se iban produciendo a lo largo de mi tratamiento por la rapidez con la que ha sucedido todo. Antes de ponerme los brackets me hicieron dos extracciones en la arcada inferior y esos espacios que ya casi son inapreciables, la inclinación que tenía en la arcada superior casi ha desaparecido por completo y sólo hace unos tres meses que me colocaron los brackets en los dientes superiores, además, la inclinación de los dientes inferiores cada vez es menor y eso se aprecia también en una de las radiografias que me hicieron hace pocas semanas para ver la evolución de mi caso. Todo va viento en popa y a un ritmo vertiginoso, sin embargo hay un factor negativo en todo lo que os estoy contando; los doctores temen que cuando me opere este metabolismo extraordinariamente rápido reactive la reabsorción condilar y la posición de la mandíbula vuelva a moverse para atrás. Una de pas particularidades de mi caso es que he padecido esta reabsorción durante un tiempo, eso significa que los cóndilos de la articulación temporo-mandibular "se han ido desgastando" provocando un problema mandibular. Afortunadamente, esa reabsorción no sigue activa actualmente, aunque podría reactivarse por distintos motivos, incluso la ortodoncia o la propia cirugía. Es por eso que mi cirujano y mi ortodoncista barajan la posibilidad de que me tome un medicamento que ya se está usando en EEUU para las articulaciones y que podría solucionar este problema. Se trata de una posibilidad, aunque el tema está en stand bite y no quisiera avanzarme a los sucesos. En cuanto surjan novedades respecto a este tema os lo iré contando.
Cada vez se acerca més el momento de la cirugía, el Dr. Canábez me ha estado diciendo todos estos meses que podría ser esta misma navidad, el viaje de mi sonrisa avanza a un ritmo frenético y como siempre os dejaré ser testigos de todo lo que suceda durante este trayecto.

dimecres, 19 de juny del 2013

CONOCIENDO A UNA PACIENTE DE CIRUGÍA ORTOGNÁTICA

Queridos lectores: hoy no me podía olvidar de vosotros puesto que ayer tuve la visita mensual con mi ortodoncista. Tenía hora a las 3 de la tarde en la vía Augusta de Barcelona, como siempre. Esta vez debía contarle al doctor lo sucedido con el implante que siempre nos trae problemas, es decir, que el mes pasado y tras su visita se me volvió a aflojar,  que tuve que volver a mi cirujano y que llevo uno nuevo. La verdad es que tenía un poco de miedo puesto que alrededor de la zona en la que el cirujano me colocó el nuevo tornillo tenía un poco de inflamación y no sabía si esto impediría que el ortodoncista pudiera ligarme bien el tornillo a los brackets con la goma (aunque el cirujano me confirmó que esto no supondría ningún problema y me recetó un gel para la inflamación de la encía llamado bexident post). Sin embargo, cuando le conté lo sucedido al doctor me dijo que no pasaría nada y la verdad es que no me hizo ningún daño. Ahora vuelvo a llevar el implante en cuestión atado a los brackets (lado izquierdo de la arcada inferior), espero que esta vez no vuelva a tener los mismos problemas y se me vuelva a aflojar.

Estuve revisando con el doctor las últimas radiografías que me hicieron para observar la inclinación de los dientes. La verdad es que ha mejorado mucho. En la primera radiografía que me hicieron antes de iniciar el tratamiento tenía los dientes muy inclinados hacia afuera, un fenómeno bastante habitual en los pacientes de clase II. Ahora veo que el espacio entre la arcada superior e inferior aumenta, pero esto es debido a que se están alineando correctamente y cuando me realicen la ortognática este espacio desaparecerá.

Siempre que me visito con el doctor intento hablar con él para saber como evoluciona todo y estar informada de los avances del tratamiento, por eso me gusta que me enseñe fotografías, radiografías u otros materiales sobre mi caso. Sin embargo, lo que más agradezco de la visita de ayer es que el doctor me presentara a otra paciente recién operada de cirugía maxilofacial. A pesar de las explicaciones que nos puedan dar los médicos, siempre he pensado que las personas con las que nos podemos sentir más identificadas son las que también han pasado por esto y, por tanto, las que nos pueden contar como se vive la operación y todas sus consecuencias. Estuve charlando unos minutos con esta chica, le pregunté si lo había pasado muy mal, si se sentía bien, si podía comer con normalidad... La verdad es que me quedé con ganas de charlar durante mucho rato con ella pero aproveché los pocos minutos que nos vimos. Me contó que hacía un mes que la habían operado del maxilar superior y que estaba contenta con el resultado. Hablamos de lo mejor y lo peor de la operación y me dijo que la primera semana estuvo comiendo sólo líquidos y que incluso se compró una jeringuilla enorme de esas que venden en la farmacia para comer. También me estuvo contando que esos días estaba un poco baja de fuerzas y tuvo que tomar vitaminas. Tras un mes aún se encontraba un poco hinchada pero la verdad es que tenía buen aspecto y estoy segura que a medida que pasen los meses mejorará mucho más. Tras desearnos suerte mutuamente nos despedimos.

Quedan unos siete meses para que me operen, parecen muchos pero en realidad no son tantos y la verdad es que hablar con alguien que ya ha pasado por esto hace que me sienta comprendida y me da muchos ánimos.

Os volveré a escribir en cuanto termine los exámenes esta semana.
Deseo que lo paséis muy bien estos primeros días de verano, 
¡os volveré a contar más cositas en cuanto tenga tiempo!

divendres, 14 de juny del 2013

MANÍAS Y COMPLEJOS. MECANISMOS DE PROTECCIÓN PSICOLÓGICA

Queridíííísimos lectores, hoy vuelvo de nuevo al mundo de las letras para, entre tanto estudio (estoy en pleno período de exámenes),  hacer un descanso y compartir con vosotros algunas experiencias más de mi vida como paciente de ortognática. Hoy quiero hablaros de las manías que tenemos todos los pacientes que esperamos esta intervención y que, además, me atrevería a afirmar que también tiene cualquier persona que lleve una ortodoncia. 

Las personas que hemos crecido con algún tipo de problema maxilofacial, en muchos momentos nos hemos sentido acomplejadas, deprimidas y poco seguras de nosotras mismas. Creo que se trata de un sentimiento inevitable y presente en todos los pacientes que, como en mi caso, tenemos un déficit o un exceso de mandíbula, puesto que siempre hemos anhelado tener un aspecto mejor o, al menos, hemos soñado con el aspecto que hubiéramos tenido si no nos hubiera ocurrido esto. Creo, sinceramente, que este es el motivo de fondo por el que creo que desarrollamos algunos mecanismos de defensa o unos comportamientos específicos durante nuestro día a día. Igual que no nos gusta vernos ese defecto tampoco queremos que los demás se fijen en él. 

Yo, por ejemplo, reconozco que cuando voy en el tren y noto que alguien me está mirando intento taparme disimuladamente la boca, apoyar la barbilla en las manos para disimularla, suelo llevar el pelo suelto o a ponerme fulares en la mayoría de meses del año. Es algo que no me cuesta reconoceros a vosotros, puesto que estoy segura que compartimos muchas experiencias similares y sentimientos, pero que no le reconocería ni a un amigo mío y seguramente ahora os preguntaréis por qué. Pues la verdad es que creo que es algo psicológico, quiero olvidarme de ese "pequeño problemilla" la mayor parte del tiempo y quiero que el resto de personas de mi círculo familiar, mis amistades o compañeros de universidad también se olviden de él. De esta forma, intento, de alguna manera, sentirme como cualquier persona de mi entorno que no tenga este problema.Y es que este diario virtual es la forma por la que canalizo todo lo que quiero expresar en relación a la cirugía ortognática sin temores y, en cierto modo, me sirve de terapia.

¿Os pasa lo mismo a vosotros?


Como siempre, me gustaría recibir vuestras experiencias, sentimientos y opiniones y os invito a que me las mandéis a elviajedemisonrisa@gmail.com.

A pesar de que esta semana la tengo un poco complicada, he querido compartir con vosotros otro pedacito de mí para que no os olvidéis de visitar este blog. Prometo mucha más actualización tras esta pausa por los exámenes.

Nos olvidéis de sonreír, ese es mi otro mecanismo de defensa para olvidarme de mi problema maxilofacial: ser todo lo FELIZ que puedo.

dijous, 6 de juny del 2013

CREMA/GEL PARA LA INFLAMACIÓN DEL MICROIMPLANTE

¿Cómo estáis?

Hoy os escribo para contaros que me he citado con el Dr. Buenechea para verificar que el micro implante   funciona correctamente. Hace unos días, noté que se había generado cierta inflamación alrededor de la zona donde lo había colocado y, para mayor seguridad, decidí concertar una cita con mi cirujano.

Esta vez me han colocado el tornillo del lado izquierdo un poco más abajo por lo que cabía la posibilidad de que notara cierta inflamación. A pesar de esto, el doctor me ha recetado un gel para aliviar la molestia que me pueda generar el tornillo. Este gel se llama Bexident Post y se pone en la zona un par de veces al día: por el día y por la noche. Por lo demás, parece que todo funciona correctamente, el día 18 tengo cita con mi ortodoncista, el Dr. Canábez.

dilluns, 3 de juny del 2013

INFLAMACIÓN ALREDEDOR DEL MICROIMPLANTE

¿Cómo estáis?

Parece que esta semana ya podremos gozar de un tiempo plenamente primaveral con regusto de verano (¡Ya era hora!). Para los que estamos con trabajos de la universidad no es plato de buen gusto quedarse en casa viendo el sol radiante desde la ventana, pero supongo que es lo que toca.

Hoy sólo quería contaros que el jueves he pedido cita para verme con mi cirujano, el Dr. Buenechea, puesto que el micro implante que llevo en el lado izquierdo de la boca, el que me puso la semana pasada, parece cada vez menos visible como si se huviera producido una inflamación a su alrededor y cada vez se vea menos. Quiero asegurarme de que no es nada raro aunque me ha dolido un poco estos últimos días. El micro implante tiene que ir ligado a los brackets, una tarea de mi ortodoncista, sin embargo aún no he podido volver a quedar con él para volver a ejercer presión con este tornillo que tantos problemas me ha dado. Antes de citarme con él, prefiero asegurarme de que todo va bien visitando al Dr. Buenechea.


Ya os contaré.

¡Feliz día!

diumenge, 2 de juny del 2013

LA OPERACIÓN PARA QUITAR LAS MUELAS DEL JUICIO

¿Qué tal?

Hoy me gustaría hablaros de una intervención muy común: la operación para quitar las muelas del juicio. Aunque ya os hablé de ella en la entrada De noviembre hasta hoy, en este post os contaré más detalladamente cómo lo pase cuando me la realizaron a finales de octubre. Era el paso previo y necesario antes de comenzar con el tratamiento de ortodoncia y, por consiguiente, colocar los brackets. ¿Por qué?, la razón es que como tantos pacientes de ortognática y, concretamente los que sufrimos una maloclusión de clase II, tenía cierto apiñamiento en la arcada inferior.Para colocar los dientes en la posición correcta mediante los brackets, mi ortodoncista necesitaba hacer espacio y, para ello, tuvimos que extraer los dos caninos que se habían apiñado encima de los incisivos. Uno de cada lado.



De esta forma, sería posible realizar un movimiento hacia atrás de los incisivos inferiores que se encontraban inclinados y alinear el conjunto de los dientes. A todo esto, se sumaba el hecho de que las muelas del juicio se encontraban en una posición un tanto complicada y era necesario extraerlas. En total, en una misma intervención mi cirujano me extraería 6 piezas. Parecen muchas y lo son, pero realmente no lo pasé tan mal como pensaban que lo pasaría los médicos. Estuve en quirofano aproximadamente una hora, me sedaron y posteriormente me pincharon anestesia local en toda la boca (yo no me enteré). Me fui despertando progresivamente durante la operación, aunque no sentía abolsutamente nada. Todo fue estupendo y no sentí ningún tipo de dolor. Después de la intervención y tras media hora despertándome en una sala de reposo me fui a casa, eso sí, con la boca llena de gasas. Durante los dos días siguientes tuve que dormir incorporada y manchaba la sábana de sangre puesto que no podía dormir con las gasas puestas (sólo me las podía poner durante el día y debía quitármelas para dormir y comer). Sin embargo, en los días posteriores ya pude quitármelas definitivamente. Estuve una semana con medicación, lavándome los dientes con la máxima delicadeza posible y, eso sí, el momento más molesto era la hora de la comida puesto que no podía comer absolutamente nada sólido. Eso fue lo que más me fastidió porque dolor no sentí en ningún momento, sólo la molestia de llevar las gasas y no poder comer como hacía habitualmente. A medida que fueron pasando los días mi dieta se fue ampliando aunque durante aproximadamente un mes se basó en alimentos bastante blandos. Una vez transcurrido ese período, los signos de cicatrización se iban haciendo más evidentes y todo iba volviendo a la normalidad. Estuve unos 5 días en mi casa, no porque me encontrara mal, sino por mi aspecto. Tenía la cara muy hinchada y no me apetecía salir a la calle. Para bajar la inflamación me hacía aplicaciones de hielo en cada lado de la cara, aunque hasta que no pasaron los días no volví a tener un aspecto normal.

Si me preguntáis si es una intervención dolorosa os contestaré que NO, no es dolorosa, es una operación cuyas consecuencias son un poco molestas a posteriori en términos de comida y comodidad. Pero no tengáis miedo a esta sencilla intervención. Es cierto que todos conocemos algún pariente que nos ha dado la lata con el dolor que se siente cuando te quitan una muela del juicio, pero la verdad, creo que es cuestión de que uno no se acabe creyendo que tiene más dolor del que realmente padece.

Así que ánimo a todos los que tengáis que pasar por este pequeño trámite :).

QUÉ COMER CUANDO LLEVAS BRACKETS




En relación con la entrada Cómo comer cuando llevas brackets, hoy me gustaría hablaros de los alimentos que los pacientes de ortodoncia comemos con más facilidad y tranquilidad. Por encima de todo, la regla básica que rige nuestra dieta es la siguiente: todo lo blando es bienvenido. Y es que cualquier alimento que implique hacer fuerza con los dientes nos dará la lata. 

- Empezamos con el alimento que ocupará gran parte de nuestra dieta: el pan. A partir de ahora tendremos que elegir el tipo de pan que podamos comer con más facilidad. En general, todos los que sean crujientes no serán tan fáciles de comer como los blandos. Aunque no os asustéis, eso no significa que tengáis que renunciar a esas exquisitas chapatas que venden en vuestra panadería de confianza, pero a partir de ahora, habrá un momento para cada tipo de pan. El pan de frankfurt o la flauta estrecha, son las mejores variedades para hacer el bocadillo de la mañana. ¿Por qué?, son fáciles de comer y, en general, en esta parte del día necesitamos comer rápido para seguir con nuestras ocupaciones. Los tipos de pan que sean más crujientes los podemos reservar para cuando dispongamos de más tiempo para comer y, por lo general,  deberemos cortarlos en trozos más pequeños para facilitar la masticación. Un truco: si encontráis que el pan está demasiado duro, calentarlo durante unos segundos en el microondas. Por otro lado, si debéis comer un pan muy crujiente y sólido, usad las muelas en lugar de los incisivos para no sufrir tanto. Podéis probar con los distintos tipos de pan que tengan en vuestra panadería para encontrar el que mejor se adapte a vuestro día a día, sin embargo, no olvidéis apostar siempre pon panes blandos.

- Otro de los alimentos básicos de cualquier dieta es: la fruta. En general, puedes comer todo tipo de fruta, aunque si está cortada en pedacitos mucho mejor. A partir de ahora, será mucho más incómodo morder una manzana. La macedonia es una buena solución para comer fruta variada lo más a gusto posible. En verano, la puedes mezclar con yogur y, en pocos minutos, conseguirás una cena sana, natural y fresquita. En mi caso, hasta ahora no he tenido ningún problema para comer fruta, aunque huyo de comer ciruelas y frutas de aspecto sólido.

- La pasta, el arroz y las legumbres. Son alimentos que, por lo general, son blandos y fáciles de masticar así que adelante. La paella, los spaguetti, los macarrones o el risotto no te darán ningún problema así como las judías y garbanzos. En el mismo sentido, la verdura también es una excelente opción. 

- La pizza. Lo que me da más rabia de la pizza es que ahora me cuesta comerme lo más bueno: la corteza. Esa parte crujiente y sabrosa que antes tanto me gustaba. Sigo persistiendo e intentando comerla, aunque según la marca que elija cuesta más o menos. La masa, al ser blanda, no da ningún problema.

- El jamón y otros embutidos. hay algo que me saca de quicio cuando me los ponen en bocadillos: que tenga que cortarlos con los dientes. En general, cuando nos hagamos un bocadillo para facilitar la masticación debemos cortar los embutidos en trocitos pequeños, así cuando estemos comiendo no tendremos que hacerlo con los dientes (es incómodo y embarazoso).

- La tortilla. No renunciarás a ella, es uno de los alimentos que comerás mejor puesto que es blanda, sabrosa y fácil de hacer.

- La carne y el pescado. Tampoco nos darán problemas siempre y cuando los podamos cortar en trozos pequeños con el cuchillo.

Por otro lado: los alimentos prohibidos. Son esos alimentos que, según vuestro ortodoncista, debéis eliminar de vuestra dieta para siempre.

-El chicle: si a los pacientes de ortodoncia ya les recomiendan dejar de comer chicle, a los pacientes de ortognática directamente nos prohíben que lo comamos. ¿Por qué?, cuando masticamos chicle estamos forzando la mandíbula a hacer un movimiento innecesario hacia arriba y hacia abajo. No conviene forzarla de esta forma y menos en nuestro caso. No os preocupéis, yo he podido dejarlo aunque me encantaban los Trident de fresa.
-Los kikos. Esos cacauetes sólidos que se caracterizan por el sonido que hacen al masticarlos: "crac-crac". Por alguna razón, los ortodoncistas tampoco recomiendan que forman parte de nuestra dieta, seguramente porque también forzamos a la mandíbula a realizar un movimiento exagerado, aunque no os lo puedo confirmar al 100%.

¿Se os ocurre algún alimento más?, no dudéis en preguntarme e iré ampliando la entrada.



¡Feliz domingo!



dissabte, 1 de juny del 2013

COMPARTE TU EXPERIENCIA CON OTROS PACIENTES




Hace relativamente poco que he abierto este blog. Como os conté en mis primeras entradas y en sobre este blog pretendo que este sea un punto de encuentro para todos los pacientes de ortognática, tanto los que ya han pasado por esto como los que nos encontramos en tratamiento o los que dudan sobre si someterse a esta cirugía. Por esto, se me ha ocurrido crear la sección COMPARTE TUS EXPERIENCIAS. Como me gustaría estar en permanente contacto con vosotros os invito a que compartáis conmigo y con toda la comunidad vuestras sensaciones, experiencias, miedos, dudas y todo lo que se os pueda pasa por la cabeza sobre la cirugía. Me podéis mandar vuestros mensajes a elviajedemisonrisa@gmail.com y yo lo publicaré en la nueva sección. Respetaré todos aquellos usuarios que queráis compartir vuestras sensaciones y conservar vuestro anonimato, puesto que entiendo que no siempre es fácil darse a conocer. También aprovecho para animaros a que me mandéis cualquier tipo de sugerencia o tema del que os gustaría que hablara a la misma dirección. Soy consciente de que para que esta sección salga adelante tengo que hacer más difusión de mi blog, pero con esta sección me gustaría que todos los que no tenéis un blog o un diario sobre vuestro caso lo compartáis en algún momento con otros pacientes o futuros pacientes.

¿Os animáis?
Un beso!!

NUEVOS PROBLEMAS CON EL MICROIMPLANTE

Así empiezo mi entrada de hoy. Como ya os conté hace unas semanas me colocaron por tercera vez el micro implante que llevo en la parte izquierda de la boca. ¿Sabéis que ocurrió?, os lo podéis imaginar. Después de mi visita mensual con el Dr. Canábez volvimos a atar el micro implante a los brackets. El resultado fue que tres días después el tornillo volvía a estar inestable. ¿Por qué? como ya os conté todo tiene que ver con mis características fisiológicas, puesto que tengo el hueso muy fino y no soporta la presión.

Sin embargo, el Dr. Buenechea creía que colocando el tornillo un poco más atrás este resistiría durante lo que queda de tratamiento. Pero volvió a suceder: se aflojó. Era jueves  cuando sentí que la cosa ya no iba bien. Me toqué el tornillo con los dedos y noté que ya no estaba fijo. Se iba moviendo y me hacía daño así que me lo acabé arrancando yo misma (ahora pensaréis :¡Qué bestia!), no os asustéis, ya estaba casi fuera y sólo le di el empujoncito final. Además, ese día tenía una fiesta importante por la noche y lo último que deseaba era que acabara en mi estómago (ja ja ja). Para mi suerte, un día después me había citado con mi cirujano, el Dr. Buenechea, puesto que me iba a presentar a uno de los médicos de su equipo de cirugía ortognática, así que podría comentarle lo sucedido. Llegué a la consulta del doctor en Barcelona, calle Manuel Girona, y entre risas y resignación le conté lo ocurrido. Quedaríamos otro día para volver a colocar el dichoso tornillo con el mismo procedimiento de siempre, aunque ahora probaríamos a introducirlo en otro sitio.

La visita con el doctor

Ya se que estos detalles no se me deben escapar y más si luego os lo tengo que transmitir pero el caso es que no recuerdo el nombre del doctor. Me hizo las mismas preguntas que nos hacen todos los maxilofaciales en una primera visita: si había sufrido alguna enfermedad o había tenido algún problema, cuando noté que tenía este problema, cómo era de pequeña... Luego vino la sesión de fotos en todas las posiciones y perfiles posibles. Y es que en cada visita que tengo con mi ortodoncista ya hacemos unas cuantas. En cuanto a los maxilofaciales, lo hacen para poder determinar el movimiento que tienen que hacer en la mandíbula, necesitan saber cuál es nuestra postura con el labio relajado, cuando forzamos para cerrar la boca, nuestra visión frontal y de perfil, etc. En relación a los ortodoncistas, al menos en mi caso, hacen fotografías de la boca para poder ver la evolución y el movimiento de los dientes a lo largo del tratamiento. 

Mi primera impresión del doctor fue que era una persona amable con un sentido del humor bastante especial. Por encima de todo muy detallista y meticuloso. Aunque por encima de todo lo que me pudiera decir en términos médicos hubo un comentario que me dejó un poco descolocada, expectante o preocupada:

Me comentó que muchas de las pacientes que se operan de cirugía ortognática al poco tiempo dejan a sus novios, según él porque "se buscan a otros mejores". Lo dijo con un punto de humor aunque noté cierta seriedad en su comentario. ¿Vosotros qué pensáis?




En cuanto al maldito tornillo, este lunes el Dr. Buenechea me lo volvió a colocar pero un poco más abajo de lo que lo había echo otras veces. Veremos que sucede en esta ocasión, ¿a la cuarta va la vencida?.

¡Feliz fin de semana!

dilluns, 13 de maig del 2013

CÓMO COMER CUANDO LLEVAS BRACKETS


Si hay algo que nos saque de quicio a los pacientes de ortodoncia esto es, sin duda, la hora de la comida. Ese momento del día en el que nos enfrentamos al plato armados con el tenedor y el cuchillo con la esperanza de no encontrarnos ningún alimento demasiado sólido que nos cause problemas. Una fruta poco madura o una simple barra de pan puede convertirse en nuestra por enemiga. Y es que cuando nos ponen brackets, los pacientes de ortodoncia nos podemos olvidar de morder una manzana sin inmutarnos o comer un bocadillo sin reparos. En esta entrada, más que contaros un día más de mi tratamiento, quisiera compartir con vosotros esos diez mandamientos de todo paciente en cuanto a la comida.

1. Comerás mucho más lento, como una tortuga. 

Si tu familia se come un bocadillo en 5 minutos tu lo harás en 15. Por cada mordida que te duela te pasarás entre 5 y 10 segundos maldeciendo al inventor de la ortodoncia.

2. Tu comida ya no será comida, sino macedonia.

La mayor parte de la comida la pasarás cortando los alimentos en pequeños pedacitos para evitar esas mordidas dolorosas de las que hablábamos en el punto 1. 

3. Algún día intentarás comer como los demás y te arrepentirás

Verás que comes mucho más lento y armado de valor intentarás morder un trozo más grande. No lo hagas. Te arrepentirás.

4. Usarás las muelas por encima de todo

Para evitar la tortura intentarás comértelo todo con las muelas para no forzar los incisivos delanteros.

5. Después de la visita mensual con el doctor, adelgazarás

Básicamente porque te habrán ajustado los brackets y te dolerá mucho más la boca así que comerás menos.

6. No saldrás de casa sin tu Aspirina o Ibuprofeno

Sobretodo tras tu visita mensual con el ortodoncista.

7. Tampoco saldrás sin el cepillo y la pasta de dientes

¿No querrás que al sonreír a parte de tus dientes enseñes parte de tu almuerzo, verdad?

8. Tendrás mil tipos de cepillos

El especial para ortodoncia, el eléctrico, el que llevarás en el bolso y el que dejarás en casa de tu novio. ¡Ah! y algún día te olvidarás de alguno de estos y tendrás que comprarte uno de forma imprevista.

9. Tendrás una boca más sana

Con los brackets siempre estarás alerta de que no se te vean restos de comida tras el almuerzo así que te cepillarás mucho mejor.

10. Las heridas o llagas, tus nuevas compañeras

Durante los primeros días es muy frecuente que aparezcan pequeñas heridas en tu boca provocadas por el roce con los aparatos. Por eso, otro producto del que no podrás prescindir será la cera para ortodoncia. Lo más incómodo en cuanto a las comidas es que tendrás que quitártela durante su transcurso.