Después de un período de reflexión, dudas, deliberación e imaginación quiero daros la bienvenida a el viaje de mi sonrisa. Empezar este blog no ha sido una decisión fácil, puesto que la mayoría de blogs que abren los internautas en la red son para hablar de música, literatura, cine u otras aficiones, no para hablar de tratamientos médicos. Cuando nos diagnostican una enfermedad o cualquier otro problema de salud lo que menos nos apetece es predicarlo a los cuatro vientos, puesto que muchas veces ya resulta complicado que nosotros mismos lo afrontemos. Antes de empezar a contar una experiencia como esta lo he tenido pensar muchísimo y sobretodo he tenido que darme cuenta de si tenía el valor suficiente para hablar del tema sin reparos. A pesar de esto, sólo he tenido que hacerme una pregunta para decidirme del todo ¿habría querido yo que alguien me contara su experiencia?: sí lo habría querido y nunca encontré una página como esta en la red.
Todo empezó en noviembre de 2012, hace unos siete meses, fue entonces cuando me colocaron los aparatos de ortodoncia y mi madre me hizo una propuesta: ¿por qué no escribes un diario dónde puedas relatar todo el tratamiento?, mi respuesta fue: ¡si hombre, sólo me falta eso!. Como podéis imaginar no me encontraba en mi mejor momento, puesto que a mi miopía le habían añadido una ortodoncia con unos grandilocuentes aparatos de metal. Aunque en realidad no me lo tomé como una tontería, siempre había buscado una verdadera razón para abrir un blog en la red y quizá la había encontrado gracias a mi madre. De noviembre hasta ahora he pensando mucho en esa conversación, que finalmente se ha materializado con la existencia de este blog, donde me gustaría contaros el viaje de mi sonrisa, desde su inicio en noviembre de 2012 hasta algún momento de 2014, cuando termine el tratamiento de ortodoncia y cirugía ortognática.
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